Las grasas saturadas son sólidas naturalmente a temperatura ambiente y se encuentran en los alimentos de origen animal, las carnes, embutidos, o la leche y sus derivados; también están presentes en algunos vegetales, como el aceite de coco y el de palma.
Estas elevan el nivel de colesterol LDL («malo»). Esto pone en riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular u otros problemas de salud mayores. La OMS no recomienda sobrepasar el consumo de estas grasas en mas de un 10% al día.
¿Tiene algún beneficio su consumo?
Las grasas saturadas no tienen ningún beneficio en sí mismas más allá de las características que aportan las grasas en general, que son nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
han sido consideradas el enemigo público número 1 de la nutrición, tanto por consumidores como por profesionales sanitarios. Aunque, a decir verdad, esta percepción ha ido cambiando con el paso del tiempo.
Diferencias entre grasa saturada e insaturada
Cuando hablamos de grasas saturadas o insaturadas estamos haciendo referencia a una cuestión química, Por ello, decimos que la grasa saturada es aquel tipo de lípido cuyos ácidos grasos no poseen dobles enlaces en su estructura química.
Por el contrario, las grasas insaturadas serán aquellas que posean dobles enlaces en la unión de sus componentes, siendo estos ácidos grasos poliinsaturados sí poseen varios dobles enlaces, y monoinsaturados en el caso de contener únicamente un doble enlace, como sucede con el ácido oleico característico del aceite de oliva.
Este tipo de grasas (insaturadas) se relacionan generalmente con beneficios saludables ya que mayoritariamente son de origen vegetal aunque también encontramos un magnífico ejemplo en el pescado y sus ácidos grasos Omega-3.
Grasas trans
Las grasas trans o grasas hidrogenadas. Se llaman así porque se añade una molécula de hidrógeno para que la grasa de los aceites sea más sólida. Además, se alarga su duración. Sin embargo, esta modificación hecha a las grasas repercute en nuestra salud. Elevan el colesterol malo, disminuyen el bueno, pueden provocar diabetes y aumentar el riesgo de infarto. Aunque sin confirmarlo, algunos estudios también las han relacionado con enfermedades como Alzhéimer, cáncer e infertilidad.
algunos ejemplos de estas grasas serian: Alimentos congelados, como los canelones, las pizzas, el yogur helado o el helado. Productos fritos o empanados, como las croquetas. Bollería industrial.
En la practica deportiva
El equilibrio siempre es la clave en la nutrición del deportista hay que cubrir determinadas necesidades y un nutricionista especializado puede hacer una dieta específica. Sea como sea, hagas tú la dieta o la haga un dietista, ya sabes que necesitas consumir grasas buenas. Deben formar parte de tu dieta por dos razones: para tener una buena salud en general y para proteger el músculo al consumir energía.
Elige siempre las grasas insaturadas en la cantidad adecuada. Recuerda también que puedes tomar grasas saturadas en pocas cantidades si tu estilo de vida es saludable. Por último, no olvides evitar las grasas trans, las llamadas hidrogenadas.