La migraña es un tipo de cefalea que aparece en forma de ataques recurrentes de dolor de cabeza, pudiendo acompañarse de náuseas y molestia excesiva al ruido o al sonido. El tratamiento de los pacientes con migraña supone un reto, puesto que suele ser mediante fármacos que, además de no conseguir buenos resultados, pueden interaccionar negativamente con los medicamentos pautados para el resto de los problemas asociados, por lo que es importante plantear otras opciones terapéuticas no farmacológicas.
¿Ayuda el deporte a mitigarlas?
El efecto del ejercicio sobre la migraña es controvertido, ya que se ha planteado que puede tanto agravar como mejorar el dolor. Por un lado algunos estudios muestran que el ejercicio, sobre todo si es de alta intensidad, puede desencadenar el ataque de migraña. Esto parece deberse a que el ejercicio puede alterar los niveles de algunas sustancias en áreas cerebrales, provocando así el dolor.
Por otro lado, sin embargo, se observa disminución de la intensidad de dolor, así como frecuencia y duración de los ataques de migraña en los pacientes que incorporan el ejercicio en su tratamiento, ya sea aeróbico, como correr o nadar, o de fuerza.. Asimismo, el ejercicio permite reducir el consumo de medicamentos y disminuir el nivel de discapacidad.
En conclusión, el ejercicio es una buena opción terapéutica debido a su bajo coste, ausencia de efectos adversos, fácil acceso y beneficios que presenta en la salud. El primer paso que se debe tener en cuenta es escoger un ejercicio o deporte que no sea demasiado energético o competitivo. Al menos hasta que uno esté en mejor condición física. La duración de la actividad no debería superar los 30 minutos 3 veces a la semana. Poco a poco puede ir aumentándose el tiempo siempre que la persona llegue a conocer cuál es su límite.
Verdades y mentiras
El sol: El calor y la luz solar están considerados desencadenante, cuando sufrimos un golpe de calor uno de los síntomas puede ser dolor de cabeza, si bien cabe aclarar que no suele ser lo mas habitual, independientemente de ello esto insta a hacer creer que ejercitarse por la noche sea la solución, es un error, no respetar las horas de descanso puede suponer un desencadenante mucho mayor que el propio sol.
Hidratación: ¿No beber provoca neuralgias?. La realidad es que la deshidratación provoca una importante bajada de azúcar en sangre que puede desencadenar en un dolor localizado, pero en estos casos hay que aprender a distinguir los síntomas de las migrañas pues no hay evidencias de que las provoque, pero la deshidratación puede acompañarse de cefalea aunque en este caso no es una migraña, es otro tipo de cefalea.
Cafeína: Un buen café es la mejor gasolina para rendir al máximo; sin embargo tiene también un lado negativo que no debemos obviar. Aunque la cafeína mejora la cefalea puede producir un efecto rebote, por lo que no se recomienda, tendiendo a ser más matutina o los fines de semana por la privación de esa sustancia.
Ayunas: Dicen que hacer deporte con el estomago vacío puede ser el desencadenante de un buen dolor de cabeza, y si, es cierto, hay mucha controversia con el deporte en ayunas pero por lo general no es sano ejercitarse sin las reservas necesarias en nuestro cuerpo, así que procura desayunar bien.
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